Quien me habita en lo llano, me cubre en lo alto
A esos ojos que me miran que poco saben de mí
No me conocen,
No saben cómo siento,
No saben cómo respiro
agitada,
No saben el timbre de
mi risa,
No saben de la expresión
de mi rostro al sorprenderme.
No saben del aroma de piel ante el cuerpo del deseo.
No saben que sueño
No saben que resigno todos los días
No saben de mis intentos y de mis desaciertos
No saben de mis luchas, ni de mis victorias
No saben lo que he podido edificar y de lo que he derrumbado
en mí
No saben de mis placeres, ni de mis fantasías
No saben de mis ocurrencias ni de mis desvaríos en los
momentos de inspiración
No saben de mis manos abiertas y de mi corazón en calma
No saben de mis abrazos extensos y apretados.
No saben lo que me provocan, ni en el torrente que me dejan.
No saben que los pienso y los sueño
No saben lo que no he dicho aún
Esos ojos no me miran, sólo ven lo que esperan
AVG
DERECHOS RESERVADOS