domingo, 6 de mayo de 2018

Historias de Mujeres . Karen . Capítulo II La entrevista



                                Karen accedió a una entrevista, quizás con algo de formalidad. Ésta práctica hace mucho que no la realizo, una entrevista no es cualquier formato, si no logro llevarla se vuelve sumamente tediosa. El día otoñal está luminoso y una suave brisa da un sentido inspirador.        José se acerca con su simpatía que lo caracteriza y dice:
Quedamos en encontrarnos en un bar que está alejado del microcentro paranaense, un lugar con algo de historia, metido en un barrio del que fue parte de mi vida por mucho tiempo.
-Hola linda, ¿qué quieres que te traiga?
-En un rato te pido estoy esperando una amiga.
-Listo  
Elegí una mesa cerca de un ventanal, mi delirio por esas aberturas. Alcanzo a ver a Karen que viene llegando, viste unos jean y una camisa blanca con un suéter azul, su caminar es pausado, se ve a lo lejos como una simple mujer, quizás es eso una “mujer simple”. Sus treinta años no los parece llevar, se ve más joven.
Al entrar me ve y se dirige sonriente, nos saludamos  halagando  el modo en que peiné mi cabellera, será que siempre estoy despeinada. Pedimos dos cortados y comenzamos a hablar del tiempo como suele ocurrir en la mayoría de las conversaciones. Le cuento sobre la entrevista y si le molesta que la grabe. Ella está dispuesta a hablar de lo que sea. Confieso que estoy entusiasmada con éste segundo encuentro, pero el periodismo  ha quedado en mi pasado, eso lo tengo claro y también el no  someter el texto al control del entrevistado.
-¿Por qué ser una mujer de compañía?
- Mm, que bien que queda en tu voz eso de ser “una mujer de compañía”, más bien soy una puta culta. No es algo que elegí, en un primer momento fue algo que me ofrecieron y se gana buena plata y lo estaba necesitando. En el  pueblo de dónde vengo  habían cerrado la fábrica que sostenía a todos y no hubo elección. No me quedó otra.
- ¿Y otras opciones no encontraste?
-Una sola,  meterme en una casa de familia, pero no es para mí. A parte yo lo veo como un trabajo
-¿Qué tipo de trabajo? ¿Te implica una organización?
- Digamos con el tiempo tuve que aprender ciertas cosas, no se nace puta, tenés que aprender. Si bien el sexo es el primer objeto, pero eso lo primero- Comenzó a reír, y dijo ya te voy a contar   
-¡Contame ahora !
-Hasta el momento no tenía tanta experiencia sexual, pero como tenía una amiga que estaba en esto y fue ella la que me dio la agenda de algunos contactos,  es más viví con ella un tiempo. El algún momento de día me daba lecciones, tenía un maniquí y en él practicábamos. Una carcajada soltó. Fue una linda experiencia, juguetear con el pene del maniquí, los sonidos, en fin la mejor forma de meterlo en la boca y otras cosas …
Seguía riéndose a más no poder, su sonrisa es contagiosa lo cual yo también reía. En un momento la entrevista deja de ser informativa y se vuelve humana.
Retomamos la charla con otro café.
¿Y qué otros aprendizajes necesitaste?
-Bueno Anita, mi amiga me hizo hacer cursos de masajes, reiki,  aromaterapia, sexo tántrico, letras
-¿Letras?
-Si si, hay tipos que en su orgasmo le gusta que le recites un poema.
-¿En serio?
- Si, aunque no lo creas. Ah mira te traje esto,  es confidencial, te lo muestro porque sé que no se va a publicar, pero para que veas que es un trabajo.
Sacó de bolso una carpeta prolijamente confeccionada, foliada. Sinceramente no lo podía creer era la carpeta de sus clientes, sus gustos, placeres, tipo de liderazgo, intereses, música, deporte, economía. Pensé estoy con una geisha argentina.
Conversamos sobre los clientes, puede ver que tiene un favorito, habla de él del único con mucho entusiasmo, espero que no sea lo que pienso.
La entrevista quedó inconclusa, porque no va a terminar acá. La acerqué hasta su casa y al bajar me dice Ivana Ferro, tengo esto para vos. Sacó un paquete bien envuelto.
Al llegar a mi casa, abro el paquete un conjunto bellísimo de lencería  y una nota que decía  “ tengo un cliente, estaría bueno que lo conozcas”
AVG
Derechos registrados 

  
   

 Querido diario :  Recíbeme entre tus hojas vacías para que pueda volver a descansar mi narrativa.  Entre los últimos días de este año 2025....