martes, 7 de julio de 2020

De las tramas


Había acomodado los acolchados sobre la inmensa cama que hablaba de algunas soledades. Vestida con ropa de dormir, su cara estaba helada y sus ojos abiertos que miraban el techo como si el ruego de sentirse más cálida, quedara sujeto a cada cuadro blanco del cielorraso. Con sus pies inmóviles, con cada brazo al costado del cuerpo y con su espíritu cansado, esperaba Raquel Suarez que en algún momento el sueño la arrebatara y la llevara a lugares quizás más placenteros. Recordó el frío ante la presencia de fiebre alta y comparó racionalmente con el que atravesaba esa noche, eran diferentes. Éste era vacío, cruel y en cierto punto devastador. Un silencio activo, expectante y deambulando entre paréntesis, se respiraba en esa pequeña habitación. A oscuras intentaba comprender, darle algún sentido a esa experiencia con aire de novedad. El aullido de Flora y las corridas sobre la chapa, distrajeron sus pensamientos y un instante antes del sueño o quizás recorriéndole entendió, que ese silencio necesitaba ser llenado, pero despojándolo de historias, de ropajes viejos y de contratos sin beneficios que se habían quedado en algún reloj y que para marchar necesitaba ser sacudido. La plenitud requiere de muchos inviernos y de numerosos silencios para alcanzarla.
AVG

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 Querido diario :  Recíbeme entre tus hojas vacías para que pueda volver a descansar mi narrativa.  Entre los últimos días de este año 2025....